La vacuna contra la viruela del mono fue “altamente efectiva” y generó protección en un plazo de 15 días a los inoculados en Estados Unidos. Así lo ratificaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) luego de un seguimiento de casos tras recibir una primera dosis.
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Gracia al análisis efectuado entre el 31 de julio y el 3 de septiembre, la autoridad determinó el peligro que corren los ciudadanos desprotegidos. El riesgo de contraer el mal fue 14 veces mayor entre quienes no contaban con el medicamento.
La directora de los CDC, Rochelle Walensky, manifestó que estos resultados solamente “nos brindan un nivel de optimismo cauteloso”. “La vacuna está funcionando según lo previsto”, manifestó a la prensa, de acuerdo con el reporte de medios como RFI.
La experta subrayó que el esquema completo es la única herramienta para “garantizar una protección inmunitaria duradera contra la viruela del mono”. Al respecto, recomendó “enfáticamente” aplicarse dos dosis de la vacuna Jynneos con un intervalo de 28 días.
El pedido de Walensky se realizó tras el análisis de infecciones confirmadas de 32 jurisdicciones de Estados Unidos. Al cierre de esta edición, el país registra más de 25,000 casos de viruela del mono. En el resto del planeta, alrededor de 66,000 infecciones.
Viruela del mono cede incluso tras primera dosis de vacuna
Desde la Casa Blanca, el coordinador adjunto de respuesta a la epidemia, Demetre Daskalakis, indicó que el acceso a la vacuna se extendería. Personas sin exposición previa podrán inocularse, no solo población de riesgo.
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La viruela del mono genera un sarpullido en la zona genital o cercano a ella, como también en otras partes del cuerpo, según los CDC. El episodio “puede tener la apariencia de granos o ampollas y podría ser doloroso o causar picazón”. Antes de curarse, pasa por varias etapas, incluyendo la formación de costras.
Fiebre, escalofríos, inflamación de los ganglios linfáticos, agotamiento, dolores de cabeza, musculares y de espalda son algunos de sus síntomas. También provoca molestias respiratorias, como dolor de garganta, congestión nasal o tos.