Por qué el tiempo va más rápido a medida que envejecemos

Una de las estrategias de los especialistas para que los adultos vean ralentizar su tiempo es experimentar cosas nuevas, como retomar un pasatiempo de la infancia.

Juan José CastilloJuan José Castillo  ·  diciembre 18, 2022
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Por qué el tiempo va más rápido a medida que envejecemos
Foto: Johan Mouchet / Unsplash

En la niñez, un año se asemeja a un siglo, pero a medida que envejecemos, la sensación cambia y el tiempo parece ir más rápido. No es fantasía; los expertos explican los porqués de esta curiosa situación.

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“¿Estamos experimentando el momento o estamos mirando hacia atrás en el tiempo?”, preguntó la profesora de psicología en la Universidad de Michigan Cindy Lustig. “Nuestra percepción de los días, las semanas y los años parece estar especialmente influenciada por nuestra perspectiva”, planteó.

Según HuffPost, la percepción del tiempo también está influida por la memoria y cuánto ha vivido cada cual. Es decir, una semana es una parte importante en la vida de un niño de ocho años, no así para su abuelo.

Por qué el tiempo va más rápido a medida que envejecemos
Las percepciones y las escalas de tiempo difieren según la edad. Foto: Suhash Villuri / Unsplash

“Un día en la vida de un jubilado de 80 años puede parecer que transcurre más lentamente que el de un niño de 8 años que está ocupado en la escuela”, ejemplificó. “Sin embargo, cuando ambas personas miran hacia atrás en un mes o un año, ese período parecerá que pasó más rápido para el mayor”, complementó.

El adulto mayor no verá su vida “muy diferente” a cuando tenía uno o dos años menos, indicó Lustig al comentar por qué el tiempo va más rápido. Por ende, recordará menos eventos. “Cuando miras hacia atrás, cuanto menos rica es tu representación, más parecerá que todo pasó rápidamente”, fundamentó la especialista.

Ello sucede porque el cerebro “agrupa el tiempo cuando los días o las semanas son similares”. Como los adultos básicamente siguen rutinas diarias, el año “se mezclará en su mente y sentirá que pasó rápidamente”.

Los niños pequeños tienen un sinfín de experiencias nuevas diariamente, lo cual contribuye a la noción de que el tiempo es más laxo. “Al mirar hacia atrás, el tiempo puede parecer más lento”, añadió la versión de prensa.

El profesor Adrian Bejan también compartió ides en el libro El tiempo y la belleza: por qué el tiempo vuela y la belleza nunca muere. “Nuestros cerebros están diseñados para registrar cambios”, apuntó a HuffPost en el artículo.

Como el cerebro de los adultos “recibe menos imágenes de las que estaba entrenado para recibir cuando era joven”, sienten que “el “tiempo pasó más rápido”. “Hay factores fisiológicos en juego que influyen en nuestra percepción”, señaló.

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Una de las estrategias de Bejan para que los adultos vean ralentizar su tiempo es experimentar cosas nuevas. Entre otras ideas, citó retomar un pasatiempo de la infancia, visitar una ciudad desconocida o tomar una clase de cocina.