Juan José Castillo 
Jeffrey Dahmer, cuya historia la cuenta una de las series más vistas de Netflix en 2022, padecía una serie de enfermedades mentales. La personalidad de quien durante una década aterrorizó a Milwaukee con sus crímenes fue abordada a poco de su detención por la revista Psichology Today.
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La crónica de Joan Ullman cobra relevancia a 30 años de su publicación, con la visibilidad que le dio al caso la plataforma de streaming gracias a Monstruo. En primera persona, la experimentada psicóloga contó los pormenores del juicio del asesino en serie y delincuente sexual estadounidense.
“Dahmer se declaró culpable pero demente antes del juicio”, contó sobre el individuo, que asesinó y desmembró a 17 personas entre 1978 y 1991. “Los expertos en psiquiatría que testificarían también estuvieron de acuerdo en que sabía distinguir el bien del mal”, contó.
Ante tales conclusiones, al jurado le quedaron dos preguntas. “¿Tenía una enfermedad mental y, de ser así, podría haber controlado su conducta y decidido dejar de matar?”, expuso Ullman.
El psicópata necesitaba negar que “el odio hacia los homosexuales y los negros lo había motivado a asesinar, desmembrar y canibalizar a tantas víctimas”. Durante más de 60 horas, Jeffrey Dahmer lo había negado todo.
La corte que enloqueció en el caso de Jeffrey Dahmer
Uno de los asuntos más controversiales para la experta fue la banalización de los hechos por parte de jueces, abogados y peritos. “El testimonio psiquiátrico en el juicio agravó la locura que surgió de estas negaciones convergentes”, reflexionó.
La tergiversación asociada provocó confusión tras la intervención de testigos a los que catalogó como “matones contratados”. “Me convencí de que la defensa de la locura es una locura que debe desecharse”, afirmó Jane Ullman.
“Para mí, un punto bajo llegó cuando un psiquiatra dijo que Jeffrey Dahmer había demostrado su cordura al ‘recordar alcanzar un condón’ antes de copular con sus ‘cadáveres’ o sus partes diseccionadas”, expuso. Los médicos no aportaron mucho al debate.
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“Uno se refirió al ‘canibalismo que vemos en este tipo de casos’. Otro dijo que conocía a ‘otras personas con atracción sexual por las vísceras’. Un tercero testificó que había ‘visto cientos de asesinos en serie en los últimos 20 años’”, testificó.
Ullman recordó que al criminal se le diagnosticaron parafilia, necrofilia, parcialismo y otras características. Alcoholismo y un trastorno de personalidad antisocial con componentes obsesivo-compulsivos y sádicos complementaban su ficha médica. También se le atribuyó un trastorno sexual no especificado.
Para graficar el grado de alineación que experimentó en la corte, cerró la crónica para Psichology Today con una anécdota. “La primera charla realmente sensata que escuché después de todo esto provino del taxista que me llevó al aeropuerto”, aseveró. “’Esos psiquiatras hablan mucho, pero no saben de lo que hablan’”, apuntó el conductor.
Luis Miguel Paredes
Staff
Lalo Ortega 
