Juan José Castillo 
Aunque 2022 augura una “significativa” interferencia por efecto de la luz de la Luna, la lluvia de estrellas Leónidas es un gran espectáculo. El fenómeno astronómico es visible entre el domingo 6 y el miércoles 30 de noviembre.
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El Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) previó la máxima actividad para el jueves 17 de noviembre. “La tasa máxima observable es variable, con máximo de 15 meteoros por hora”, indicó el organismo.
También señaló que el objeto responsable de la lluvia de las Leónidas fue identificado como el cometa 55P/Tempel-Tuttle, descubierto en 1865. Las “estrellas fugaces” no son más que meteoroides, es decir, fragmentos que desprenden y generan luminosidad al contacto con la atmósfera de la Tierra.
Si bien el hemisferio norte está mejor posicionado, los habitantes de América Latina también también pueden disfrutarlo en las noches y las madrugadas. “Las Leónidas toman su nombre de la constelación Leo, que es el punto desde donde la lluvia de estrellas parece irradiar”, informó BBC Mundo.
El medio estimó que no es esencial enfocar la mirada hacia la constelación, sino que más bien buscar un lugar “preferiblemente rural”. En otras palabras, la sugerencia es alejarse lo más posible de la contaminación lumínica tan propia de las grandes aglomeraciones urbanas.
La lluvia de estrellas conocida como Leónidas atraviesa por un “punto intermedio” de su ciclo, que se acrecienta cada 33 años. En el mejor de los casos, la tasa horaria zenital (THZ) puede regalarnos hasta 10,000 meteoroides por hora, estableció.
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“Las partículas más pequeñas crean raudos y delgados rayos que atraviesan el cielo nocturno”, añadió BBC Mundo. También afirmó que los fragmentos más grandes “pueden crear bolas de fuego tan luminosas como Venus”.
Luis Miguel Paredes
Staff
Lalo Ortega 
