Hackers burlan seguridad del observatorio ALMA

Instalado en el desierto de Atacama (Chile), representa uno de los proyectos científicos y colaborativos más grandes del planeta.

Juan José CastilloJuan José Castillo  ·  noviembre 2, 2022
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Hackers burlan seguridad del observatorio ALMA
Foto: ESO / B. Tafreshi (twanight.org)

Un grupo no identificado de hackers consiguió burlar los sistemas informáticos del observatorio astronómico ALMA, uno de los proyectos científicos más grandes del planeta. La alianza entre Europa, Norteamérica y Asia opera desde el desierto de Atacama (Chile) un total de 66 radiotelescopios de hasta 12 metros de diámetro.

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Según informó ALMA en sus redes sociales, el hecho ocurrió el sábado 29 de octubre de 2022, a las 06:14 horas (03:14 en México). El ciberataque “obligó a suspender las observaciones astronómicas y el sitio web” del organismo, que continuaba sin servicio al cierre de esta edición.

“Los servicios de correo electrónico del observatorio se encuentran funcionando de manera limitada”, agregaron desde el observatorio, ubicado a más de 5,000 metros de altitud. “La amenaza ha sido contenida y nuestros especialistas están trabajando arduamente para restaurar los sistemas afectados”.

Afortunadamente, la acción de los hackers contra ALMA “no comprometió las antenas” ni tampoco los datos recopilados en miles de investigaciones científicas. “Dada la naturaleza del episodio, aún no es posible estimar un plazo para el regreso a las actividades regulares”, explicaron.

ALMA agradeció el “apoyo y la comprensión” de socios como Associated Universities (AUI) y el Observatorio Radioastronómico Nacional de Estados Unidos (NRAO). También valoró al Observatorio Europeo Austral (ESO) y el Large Millimeter Array (LMA) de Japón.

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“Nos disculpamos por cualquier inconveniente que resulte de los esfuerzos de recuperación”, indicó la entidad.

Desde ALMA, se han observado estrellas situadas a 450 años luz de distancia de la Tierra y moléculas orgánicas complejas en estrellas lejanas. Sus primeras operaciones eminentemente científicas datan de octubre de 2011.