Juan José Castillo 
Una computadora personal no solo modular, sino también reciclable, es el concepto para el futuro propuesto por la multinacional estadounidense Dell. Así lo ilustra la más reciente actualización de su PC sostenible Concept Luna, que muestra “cómo podemos reducir los desechos y las emisiones, y reutilizar materiales”.
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Durante 2022, el Experience Innovation Group de la firma se concentró en perfeccionar el producto, lo que consideró la eliminación de adhesivos y cables. La meta de llevar la innovación al “siguiente nivel” también implicó que sus ingenieros minimizaran el uso de tornillos. Ese solo cambio implicaría que el tiempo de desmontaje pase de más de una hora a solo minutos.
“Concept Luna podría simplificar y acelerar drásticamente los procesos de reparación y desmontaje”, comentó el director de tecnología del grupo de soluciones para clientes, Glen Robson. Así, los componentes serán “más accesibles” y las oportunidades de reutilización se ampliarán, complementó.
De acuerdo con el ejecutivo, el diseño sostenible de la computadora reciclable, la telemetría inteligente y la automatización robótica son claves. Según su visión, tiene el potencial de “desencadenar un cambio sísmico en la industria e impulsar la circularidad a escala”.
Robson explicó que la telemetría brinda la oportunidad de diagnosticar el estado de los componentes del sistema para garantizar que “nada se desperdicie”. No todos los componentes llegan al final de su vida útil al mismo tiempo, ejemplificó, porque los perfiles de usuarios difieren.
“La evolucionada Concept Luna puede equipar y conectar componentes individuales a la telemetría para optimizar su vida útil”, destacó. En otras palabras, “es similar a cómo mantenemos nuestros vehículos: no tiramos todo el auto cuando necesitamos llantas o frenos nuevos”, apuntó.
De acuerdo con Dell, la robótica y la automatización harán el desmontaje de una computadora reciclable más eficiente. También monitorearán mejor el estado de sus componentes y la usabilidad restante. Al mismo tiempo, evaluarán más óptimamente “qué componentes se pueden reutilizar, reacondicionar o reciclar, para que nada se desperdicie”.
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La idea de Dell es que en el futuro “nada se desperdicie” y evitar los más de 57 millones de toneladas de desechos electrónicos que cada año se generan en el planeta. “No solo se desmaterializa la tecnología, sino que también los materiales que utilizamos impulsan una economía circular robusta, lo que reduce la necesidad de nuevas materias primas”, cerró.
Luis Miguel Paredes
Staff
Lalo Ortega 
