Un año con malas noticias en el streaming se cierra con otra peor: compartir la contraseña de Netflix es ilegal. Claro que no en todas partes, pero sí en Inglaterra, de acuerdo con la Oficina de Propiedad Intelectual (IPO).
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“Hay una serie de disposiciones en el derecho penal y civil que puede ser aplicable al compartir la contraseña” de servicios como Netflix. Un portavoz afirmó que aplicaría “cuando la intención es permitir a un usuario acceder a obras protegidas por derechos de autor sin pagar”.
Citado por The Telegraph, el vocero de la agencia gubernamental explicó que “estas disposiciones pueden incluir el incumplimiento de las condiciones contractuales”. También podrían estar vinculadas con “el fraude o la infracción secundaria de los derechos de autor, dependiendo de las circunstancias”.
En cualquier caso, “correspondería al proveedor del servicio emprender acciones judiciales si fuera necesario” ante la eventualidad. Sin embargo, la plataforma de streaming “nunca ha indicado que tomaría alguna acción legal en tales casos”, complementó BBC News.
Compartir la contraseña de servicios como Netflix “generalmente va en contra de los términos de los acuerdos de servicio”, agregó la fuente. Credenciales de más de 100 millones de cuentas de Netflix se compartirían en el mundo, apuntó The Telegraph.
La empresa tuiteó en 2017 que “compartir una contraseña es amor”, pero cinco años más tarde censuró tal costumbre. En cambio, comenzó a cobrar una tarifa adicional por lo que bautizó “miembros extras”.
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La advertencia de la IPO se enmarca en una campaña contra la piratería impulsada en conjunto con Meta, la matriz de Facebook. La empresa asentada en Menlo Park, California, pretende concientizar a los usuarios que la publicación de imágenes en las redes sociales sin permiso de los titulares constituye un ilícito.