“Cambios preocupantes” en el desempeño del corazón y la presión arterial experimentan los usuarios de cigarrillos electrónicos, advirtió la Universidad de Wisconsin. Los descubrimientos nuevamente ponen en duda que el uso de vapeadores sea una práctica inocua o menos nociva que fumar tabaco, alertó el documento.
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El estudio comparó el comportamiento de personas que usan vapeadores con quienes prefieren los tradicionales, en un universo de casi 400 participantes. Los científicos midieron el estado del corazón y la presión arterial de las personas antes y 15 minutos después del uso de cigarrillos electrónicos y el consumo de tabaco.
“Estos hallazgos sugieren peores factores de riesgo de enfermedad cardiovascular justo después de vapear o fumar”, señaló el investigador Matthew C. Tattersall. La principal preocupación, de acuerdo con su testimonio, es que los cigarrillos electrónicos generaron aumentos inmediatos y mayores en las mediciones de la frecuencia cardíaca y la presión.
El informe de Sky News añadió que los usuarios habituales de nicotina registraron también la arteria braquial constreñida, que suministra sangre a las extremidades superiores. El efecto, detallaron, es similar a cuando una persona está estresada o en peligro, con la activación del sistema nervioso simpático.
90 minutos tras el uso de vapeadores y el consumo de tabaco, los voluntarios también se sometieron a un test de esfuerzo. Sin excepción, mostraron “un desempeño significativamente peor en todas las métricas”.
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Entre otros inconvenientes, la recuperación de la frecuencia cardíaca después del ejercicio fue particularmente lenta. Además, el corazón también presentó problemas de rendimiento cuando “tuvo que trabajar a niveles máximos”.
“El rendimiento de quienes vapearon no fue significativamente diferente al de las personas que usaron cigarrillos comunes”, contó la autora principal, Christina M Hughey. Ello, “a pesar de que eran mucho más jóvenes y habían vapeado durante menos años que las personas que fumaban”.