Un tsunami de alcance global provocó el asteroide caído hace 66 millones de años en la Tierra, el mismo que sentenció a los dinosaurios. Una investigación de la Universidad de Michigan (UM) determinó que el impacto contra la Península de Yucatán desencadenó olas de 1.5 kilómetros de altura.
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La fuerza del agua barrió con el fondo marino miles de kilómetros del sitio del choque, en lo que actualmente corresponde a Chicxulub, México. De paso, acabó con aproximadamente tres cuartas partes de la flora y la fauna del planeta, según el estudio publicado en la revista AGU Advances.
A través de un comunicado, el organismo destacó que sus investigadores analizaron el registro geológico en más de 100 sitios de todo el mundo. De esa manera, hallaron evidencia que respalda las predicciones de sus modelos sobre la trayectoria y potencia del fenómeno.
Asteroide que sentenció a los dinosaurios provocó descomunal tsunami
“Este tsunami fue lo suficientemente fuerte como para perturbar y erosionar los sedimentos en las cuencas oceánicas del otro lado del mundo”, dijo la académica Molly Range. La también autora principal afirmó que el efecto “dejó un vacío en los registros sedimentarios o un revoltijo de sedimentos más antiguos”.
Un software llamado hidrocódigo simuló los primeros 10 minutos tras el evento, que incluyeron el impacto, la formación del cráter y el inicio del tsunami. Según el modelo, el asteroide tenía 14 kilómetros de diámetro y viajaba a más de 43,000 kilómetros por hora.
“Golpeó una corteza granítica cubierta por sedimentos gruesos y aguas oceánicas poco profundas”, agregó la UM. La colisión abrió un cráter de aproximadamente 100 kilómetros de ancho y expulsó a la atmósfera “densas nubes de hollín y polvo”.
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Alrededor de 180 segundos más tarde, la cortina de material expulsado formó una primera ola de 4.5 kilómetros de altura. 10 minutos después, una pared de 1.5 kilómetros de agua ya alcanzaba puntos ubicados a 220 kilómetros del punto del impacto. La ola en forma de anillo comenzó a barrer el océano en todas las direcciones.
El tsunami se había extendido hacia el Atlántico Norte 60 minutos después del impacto del asteroide, afirmó la investigación. Pasados 360 minutos, las olas atravesaron Centroamérica con dirección al Pacífico. A las 24 horas del choque, el agua había entrado al Océano Índico. La mayor parte de las costas del mundo había recibido el efecto después de 48 horas.