Elon Musk esbozó varias claves sobre su estrategia que podría adoptar en el corto plazo en torno a la moderación de contenido en Twitter. Si bien es una “idea general”, el propietario de la red social compartió varias definiciones en un intercambio con el activista conservador Tom Fitton.
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Todo partió cuando el también CEO de Tesla y SpaceX preguntó si la plataforma debía “ofrecer una amnistía general a las cuentas suspendidas”. La condición impuesta era no haber “infringido la ley” o que su titular no haya estado “involucrado en atroz spam”.
A poco menos de cuatro horas del término de la votación, cerca de 3 millones de personas habían manifestado su parecer. Un mayoritario 72 por ciento se inclinaba por levantar las restricciones, como ya lo decretó a favor de celebridades como Donald Trump y Kanye West.
Uno de quienes aportaron a los alrededor de 50,000 preguntas fue Fitton, presidente del Judicial Watch y un conocido adherente del expresidente republicano.
La solicitud de Fitton fue “limitar” la moderación del contenido ilegal”. Al respecto, opinó: “Como máximo, una interpretación estrecha de la moderación bajo la Sección 230”. El millonario asintió.
El activista conservador también le solicitó que “brinde a los usuarios las herramientas que permiten la libertad de elegir qué contenido ven”. Si bien no hubo más interacciones, Musk fue bastante claro al respecto en el pasado. Su idea es implementar un “consejo de moderación de contenido con puntos de vista muy diversos”.
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“Al final del día, seré yo quien decida y, como cualquier pretensión de lo contrario, simplemente no es cierto. Porque obviamente podría elegir quién está en ese consejo de contenido y no necesito escuchar lo que dicen”, afirmó durante una videoconferencia cuyo contenido divulgó TMZ.
Pese al regreso de personalidades conocidas por esparcir el discurso de odio, la red social hoy es más amigable, según Musk. “Las impresiones de incitación al odio disminuyeron un tercio respecto de los máximos previos”, indicó. También aseguró que 1,500 cuentas eran las responsables principales del fenómeno, pero declinó identificar siquiera su orientación.
A través de un sencillo gráfico, el propietario de Twitter mostró que dicho contenido pasó de poco más de 10 millones a algo más de 2.5 millones. De lo poco que se desprende de la pieza, la comparación fue entre octubre y noviembre de 2022.