Defensores de los derechos humanos (DDHH) y periodistas siguen bajo el espionaje del spyware Pegasus en México. Un informe de Citizen Lab (Universidad de Toronto) reportó que los teléfonos de al menos tres investigadores fueron infectados por encargo del Ejército.
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En octubre y noviembre de 2019 y diciembre de 2020, el programa informático recolectó los datos personales del periodista Ricardo Raphael. El profesional de las comunicaciones es conductor del canal ADN40 y columnista de medios como Proceso y Milenio.
Los nombres bajo el espionaje de Pegasus en México
A mediados de 2020, fue seguido el activista Raymundo Ramos, quien ha asistido a víctimas de presuntos abusos militares en el estado de Tamaulipas. Otro reportero de Animal Político, quien pidió reserva de su identidad, fue infectado en 2021, informó Reuters.
Raphael, Ramos y el periodista anónimo fueron víctimas de la “intervención ilegal” de sus dispositivos móviles. Según Animal Político, los tres “investigaban temas relacionados con presuntas violaciones a los DDHH cometidas por las Fuerzas Armadas”.
La información contrasta con las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador y otras altas autoridades. En 2021, el mandatario aseguró que México ya no contaba con el spyware Pegasus, tras el escándalo de su antecesor, Enrique Peña Nieto.
No obstante, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) contrató en 2019 a la israelí NSO Group a través de Comercializadora Antsua. De esa manera, se “pudo acceder a todo el contenido en el equipo: contraseñas, archivos, fotografías, correo electrónico, contactos, aplicaciones de mensajería, incluso encriptadas”.
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El spyware Pegasus, añadió Animal Político, pudo ser capaz de captar un gran caudal de información en México. Por ejemplo, el espía pudo activar el micrófono o la cámara, o “acceder a conversaciones de mensajería realizadas previamente al ataque”.
El medio subrayó que el informe “comprueba, por primera vez, que el espionaje (…) ha continuado durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador”. En la investigación periodística también colaboraron la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Proceso y Aristegui Noticias.