Un brote de COVID-19 motivó el cierre de la planta de ensamblaje de iPhone más grande del mundo, ubicada en la provincia china de Henan. La fábrica de la Zona Económica del Aeropuerto de Zhengzhou es propiedad de Foxconn, uno de los principales proveedores globales de Apple.
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Las personas no pueden salir del lugar y solo un reducido número de vehículos está autorizado para circular por sus calles y carreteras. Las “silenciosas medidas de gestión” ligadas a la pandemia estarán vigentes hasta el 9 de noviembre, indicó CNBC News.
El recorte de la producción empaña las expectativas de la venta en la antesala de las fiestas de fin de año, admitió la firma. “La planta está operando actualmente a una capacidad significativamente reducida”, manifestó el lunes 7 de noviembre.
“Los clientes experimentarán tiempos de espera más largos para recibir sus nuevos productos”, añadió. Los modelos afectados son particularmente iPhone 14 Pro y iPhone 14 Pro Max.
Con todo y la recesión económica de fondo, la firma estadounidense auguró una menor demanda, pese a la Navidad. “Esperamos pedidos de iPhone 14 Pro y iPhone 14 Pro Max más bajos de lo que anticipábamos anteriormente”, determinó.
Las previsiones de Foxconn no están muy alejadas de lo esperado por Apple para su línea iPhone tras los acontecimientos derivados del COVID-19. “La compañía ‘revisará a la baja’ las perspectivas para el cuarto trimestre”, reconoció en un comunicado.
El socio de Apple también reconoció conversaciones con las autoridades para normalizar “lo más rápido posible” las operaciones en Zhengzhou. “Foxconn ahora está trabajando con el gobierno en (un) esfuerzo concertado para erradicar la pandemia y reanudar la producción a su máxima capacidad”, complementó.
Según informó la agencia France Presse (AFP), la situación de la fábrica de ensamblaje se tornó crítica después del aislamiento ordenado por la autoridad sanitaria. El bloqueo se produjo al tiempo que surgieron denuncias sobre una “inadecuada atención médica” en el recinto.
“Múltiples trabajadores han relatado escenas de caos y creciente desorganización en el complejo de talleres y dormitorios”, postuló. “No se garantiza que las personas con fiebre reciban medicamentos (…) Nos estamos ahogando”, indicó un trabajador que habló con compromiso de anonimato.
Producción del iPhone, bajo cuarentena por COVID-19
La operación y la producción de la planta son “relativamente estables”, mientras “se mantienen las medidas de salud y seguridad para los empleados”. Así lo indicó al mismo medio un portavoz de la firma taiwanesa la semana pasada, oficialmente conocida como Hon Hai Technology Group.
“Zhengzhou ha estado luchando contra una nueva ola de COVID-19”, informó la fuente, que también citó a la agencia Reuters. Algunos distritos de la ciudad se hallaban bajo cuarentena al cierre de esta edición, en sintonía con las estrictas medidas de control de la enfermedad. En concreto, la urbe reportó 358 positivos el martes 1 de noviembre, frente a los 95 registrados 24 horas antes.
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