Científicos del Museo de Historia Natural de Londres (NHM) plantearon que Australia podría aportar pistas sobre la posible existencia de vida en Marte. El equipo viajó hasta Oceanía para estudiar las formaciones de hace 3,500 millones de años moldeadas por antiguos microbios.
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La idea es comparar las características de las piedras estudiadas en la Tierra con aquellas de una edad similar que analiza la NASA. Según la teoría, el rover Perseverance podría haberse topado en el gran cráter Jezero del planeta vecino con muestras muy similares.
En concreto, los investigadores han puesto sus fichas en los estromatolitos, estructuras minerales bioconstruidas y estratificadas de morfología laminar. “Se crean cuando muchas capas de bacterias y sedimentos a escala milimétrica se acumulan con el tiempo en formas más grandes en forma de cúpula”, informó BBC News.
Dichas estructuras se hallan actualmente en la ribera de lagunas de aguas tranquilas y ricas en nutrientes. La buena noticia es que la región occidental de Pilbara alberga varios ejemplos conservados muy bien en el tiempo.
La misma versión afirmó que algunas de ellas muestran “los primeros rastros de vida” en la Tierra identificados por los geólogos. Las estructuras que observa en Australia el equipo encabezado por Keyron Hickman-Lewis tienen 3,480 millones de años, casi tantos como las de Marte.
Aunque no contienen fósiles de microbios ni compuestos orgánicos, los científicos ven “firmas que marcan su origen biológico”. La superficie superior ondulada de los estromatolitos surge a medida que los microbios fotosintéticos crecen hacia la luz, ejemplificaron.
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Las rocas de Australia emparentadas con las de Marte “son muy representativas de un tipo de textura de crecimiento microbiano, que llamamos estructuras de empalizada”. Así lo explicó Hickman-Lewis, quien ve paralelos con lo hallado en el cráter Jezero. Los científicos creen que el lugar fue un gran lago hace unos 3,700 millones de años.
La respuesta podría entregarla Perseverance a fines de 2023, cuando llegue al borde del cráter. La profesora Caroline Smith sostuvo: “Podríamos identificar muestras usando los sistemas de imágenes del rover, pero dependerá obviamente de que encuentre estromatolitos y de qué tan bien conservados estén”.