iPhone 13 Pro: el celular con una supervigencia asegurada

Fue el iPhone 13 Pro el que me hizo cambiar de sistema operativo móvil, de Android a iOS, aunque las razones fueron más del tipo laboral, ya que en mi escritorio, como “computadora fija”, uso un modelo de MacBook Air (M1), y se sabe que la interacción entre ambos sistemas es bastante intuitiva, casi natural. Si bien ya se acerca el lanzamiento de lo que será la serie iPhone 14, no me queda ninguna duda de que el 13 Pro seguirá supervigente.

Pros	Contras
Máxima comunicación con la Mac	Batería con poca capacidad
Alta respuesta en todo tipo de tareas	Interfaz de usuario no tan intuitiva
Diseño impecable

Debo aclarar que no es que ya no tenga contacto con Android: sigo probando smartphones en las distintas gamas con este “motor” en su interior. De hecho, una de las sorpresas más recientes la he tenido con el Honor Magic 4 Pro, el móvil de gama alta que se distingue por su gran pantalla y respuesta, además de su carga rápida.

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Lo que intento articular es que el iPhone 13 Pro lo adquirí —en marzo de 2022— para que se convirtiera en una importante herramienta de productividad, sobre todo al momento de requerir fotos o videos de algún producto en mi mesa de pruebas. Compartir el material resultante en la Mac, como saben quienes están en el “ecosistema de Apple”, lleva solo unos cuantos pasos, tan fácil como seleccionar y enviar.

No se trata de un celular barato, por lo que decidí que la mejor manera de poseerlo era mediante el financiamiento (tampoco nada accesible) que me ofreció el operador con el que he estado ya por algún tiempo, lo que incluía un plan 5G. Solo para poner las cosas en contexto, la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil todavía no se extiende a toda la Ciudad de México, lugar donde radico.

Desempeño

Este punto se puede abordar desde dos vertientes. La primera es que Apple pone lo mejor de su tecnología móvil en cada nueva generación de iPhone que lanza cada año para asegurar su respuesta, aunque 2022 podría ser la excepción, pero de eso hablaremos un poco más adelante.

En particular, el iPhone 13 Pro —la unidad analizada aquí— cuenta con el procesador A15 Bionic con nuevos núcleos de eficacia y rendimiento en el CPU, con la intención de ejecutar tareas complejas y ahorrar batería, además de un GPU de cinco núcleos para un rendimiento gráfico más rápido, según la información técnica brindada por los de Cupertino.

La segunda es que, ya en la práctica, el dispositivo sí destaca en todo tipo de tareas, desde ejecutar cualquier aplicación hasta conseguir una fotografía digna de compartir. Ni se diga en video, ya que los clips lucen realmente estables y precisos, especialmente cuando las condiciones de iluminación son favorables.

 

 

 

 

 

 

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Respecto a su autonomía, al teléfono de Apple siempre se le ha acusado de poner baterías que no garantizan una jornada completa de uso más o menos intensiva, situación que incluso han aprovechado sus rivales en términos publicitarios. En el papel, el iPhone analizado promete una reproducción de hasta 22 horas de video y 75 horas de audio; sin embargo, la urgencia de encontrar una fuente de energía —en mi experiencia— se da incluso cuando en la mañana el porcentaje de pila estaba en el segmento alto.

Ni hablar de la carga rápida, ya que el fabricante tampoco ha sabido distinguirse en este apartado, pese a presentar innovaciones como MagSafe. Ello es más evidente cuando las marcas que adoptan Android han puesto supercargas que incluso están en o por encima de los 100 W, como es el caso del Honor Magic 4 Pro.

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El escenario ideal sería que la compañía cofundada por Steve Jobs esta vez sí sorprenda con la autonomía de los iPhone 14, que en verdad se pueda pasar un día completo con los móviles sin tener que buscar un enchufe.

¿Por qué el iPhone 13 Pro seguirá supervigente?

Si los rumores se concretan, únicamente las versiones Pro de la serie iPhone 14 recibirían el nuevo procesador de Apple, el A16 Bionic. Los modelos base, el iPhone 14 y el iPhone 14 Max, conservarían el A15 Bionic, sí, el mismo chip que une a la familia iPhone 13, así como a la tercera generación del iPhone SE.

También los mejores nuevos modelos de este año serían los que obtendrían las especificaciones más sobresalientes en cuanto a pantalla, óptica y diseño (le dirían adiós al notch que llegó con el iPhone X). Los iPhone 14 y 14 Max conservarían la muesca.

Entonces, este par no tendría tantas diferencias para separarse realmente de sus antecesores, incluso ha trascendido que su precio base sería el mismo que tuvo el iPhone 13: 799 dólares.

Todo esto augura que el iPhone 13 Pro seguirá supervigente entre aquellos que ya cuentan con una pieza y quienes están interesados en una. Asimismo, habrá que esperar el decremento de precio que tendrá una vez que se conozca todo el nuevo lineal de smartphones con el sello de la manzanita.

¿Cuándo comprar el iPhone 13 Pro?

Si Apple respeta los calendarios de años anteriores, todos los iPhone 14 (cuatro modelos) verán la luz en algún momento de septiembre próximo. Ello significa que también se conocerá el decremento de precio que tendrá la generación antecesora.

Así, lo mejor es esperar hasta ese evento para tomar una decisión de compra. Ahora sería el peor momento para ordenar un nuevo iPhone de reciente generación, solo para que quede más claro.

Lo que sí es que si la balanza se inclina por el iPhone 13 Pro, no habrá arrepentimiento, ya que cuenta con un hardware sólido y asegura una buena ronda de actualizaciones de sistema operativo (como referencia, el iPhone 6s todavía entró en la lista de unidades preparadas para iOS 15; el móvil se presentó en 2015).

Experiencia general

El iPhone 13 Pro, mi celular de cabecera en la actualidad, no es perfecto: sufro especialmente cuando pienso que no lograré terminar una jornada intensa debido a que el equipo ha pasado a sus niveles bajos de batería. En lo que no tengo queja es en las fotos y los videos que ofrece: son de calidad, además de que es posible enviarlos rápidamente a la computadora para su edición, como se mencionó al principio.

También podría ponerle algunos peros a la navegación por las distintas pantallas o a lo complicado que resulta dirigirse a un determinado ajuste en la configuración general. Son procesos que aún no encuentro tan intuitivos a pesar de la buena cantidad de meses que tengo con el teléfono.

¿Cambiaría el iPhone 13 Pro por un Android de gama alta? Con la reserva de que no he probado teléfonos como un Galaxy S22 o un Pixel 6 Pro, la respuesta es sencilla, no lo haría. El argumento principal que tengo: difícil encontrar una integración como la que Apple ofrece.